Me di un susto de muerte cuando la ventana se abrió sola de par en par. Estaba con Noelia, pero ella no se dio cuenta de nada porque estaba chateando con el chico que le gusta. La avise, le dije que a fuera no había viento y que deberíamos de salir de esa habitación. Estábamos en la habitación que nunca había estado ocupada de su casa, pero que ella podía quedarse porque tenía unas vistas esplendidas. Su primo, que no sabe cuando parar de decir tonterías un día intento asustarnos diciendo “Os aconsejo que la cerréis con cerradura…no os esperáis lo que podéis ver allí´´. Pero es extraño, porque antes siempre venia a su casa para jugar con el hermano de Noelia a videojuegos y ahora, parece que se maree al ver la casa de Noelia. Yo me quede contemplando las vistas. Ya era hora de marcharse y me gire para decirle adiós a Noelia pero no estaba en el ordenador…
-¿Noelia? Noelia, si esto es una broma será mejor que salgas!
Pero no, Noelia no estaba. La busque por toda la casa y en realidad… no solo faltaba ella, no había nadie. Me asuste muchísimo me senté en el medio del pasillo esperando que terminaran de gastarme ya la broma pero pasaron 2 horas y 15 minutos y nadie salía de ningún lado. Cuando por fin decidí levantarme de allí oí el ruido de una puerta abriéndose.
-¿Quién es, quien ha entrado?
Empecé a oír lentos pasos, que cada vez se acercaban mas pero yo no veía a absolutamente nadie. Empecé a sudar, a respirar cada vez con más dificultad. Y si tuve miedo cuando la ventana de la habitación no habitada de casa de Noelia se abrió, ahora que empezaron a abrirse todas me asuste más. Corrí a bajar las escaleras, pero algo o alguien me hizo tropezar. Me di fuerte levante, seguí corriendo pero entonces algo me cogió por detrás del pie. Empecé a notar mis ojos cerrándose de impulso por dentro del miedo. Y escuche la voz de Noelia “Marta, por favor, sube! Ayúdame! No me dejes con esto!´´ ¿con esto el que? Fui corriendo escaleras, para arriba porque cual sea el que me haya cogido me había soltado. Fui a la habitación nueva, pero entonces se produjo un apagón. Vi la luz de una vela acercarse cada vez más a mí, hasta que el fuego me toco la mano y empecé a notarla muy caliente. Me desmaye. No sé cuánto tiempo después me desperté. Estaba en un hospital. Noelia estaba al lado mío, cogiéndome de la mano.
-¿Qué ha ocurrido? De donde pedias ayuda? Quien te había cogido?
-Alguien invisible… fuera quien fuera, Marta al parecer no nos quiere allí.
-¿Qué quieres decir?
-En mi espejo dejo un mensaje con tinta muy roja, que olía a sangre, que decía “Este es mi espacio. Cosas graves ocurrirán si noto la suela de zapato de alguno de vosotros´´.
La vi muy estresada a tal punto que pidió a sus padres trasladarse de allí y me contaba que cada noche aquella ventana se abría. Que cada noche oía unas llaves cerrar aquella habitación. Y que no aguantaba más. Con la cara pálida, y sin voz la vi por última vez despedirse de mí para siempre. Sin duda algo aguarda allí, pero no sabemos qué.
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