-Tanto apuestas? Yo no estaría segura Carol.- le dije a mi amiga en medio de una de nuestras apuestas- Pero como quieras.
-Oh, mira- me dijo irónica- si consigues que nadie se entere serán tuyos 100 pavos así que alégrate.
Os contare. Resulta que Carolina mi amiga siempre, siempre tiene citas secretas y noviazgos secretos porque su padre es una maquina creada para aterrar chicos guapos que se le acerquen. A mi desde hace mucho tiempo me gusta Marcos, un chico de mi clase que una vez estuvo a punto de besarme… pero vino su novia. Yo no sabía que la tenía y desde ese momento no hable más con él nunca. Hasta aquel día. Por la mañana en el instituto se me cayeron todos los libros por su culpa y me ayudo a recogerlos. Me dijo que había roto con Cristina su novia, y que si querríamos podíamos salir aquella tarde a las ocho en punto. Tengo 14 años pero mis padres no me dejan tener citas con chicos a solas. Marcos no era el típico guaperas ligón, porque supongo que os lo habréis pensado por el asunto de Cristina. Era tímido y dependía de su padre. Hasta creo que nunca quiso a Cristina, porque vaya casualidad que sea la hija del que financia la empresa de su padre. Total que aposte con Carol a que nadie iba a saber nada que se quedaría en mente mía y de Marcos… y se quedo solo en la mía. A las siete me duche, me deje el pelo mojado, me lo arregle, me maquille, me saque mi mejor vestido y mis mejores tacones, el perfume más caro de mi hermana mayor y el pintalabios que duraba 6 horas. Estaba perfecta. Decidí no llamar a Marcos porque quedamos en que me llamaría él, aunque yo sabía el sitio al que nos encontraríamos y fue directamente a esperarlo. Pasaron las ocho, ocho y quince, ocho y media… y se hizo de noche porque llegaron las 9. Me rompí a llorar sentada en el banco, a voz pero nadie me oía todos estaban en los bares viendo el partido de hoy…. Y empezó a llover. Cuando decidí marcharme vi algo increíble: el dueño de un bar echando literalmente a patadas a un chico de mi edad.
-No sirves para nada Lucas! Despedido me da igual que estés en las ruinas!
El chico se quedo allí de morros y sentado al suelo. Pero no por mucho tiempo. Sin que yo quisiera me vio llorar y se acerco hacia mi lentamente.
-Hola. Puedo saber porque llora una chica tan preciosa?
-Gracias… pero me sentiría tan avergonzada y tan estúpida que no lo quiero contar… SNIFF!
Se sentó al lado mío me cogió del brazo me miro a los ojos y me dijo:
-Nunca te sientas avergonzada de quien eres. Y se nota a distancia que eres la chica más inteligente en esta ciudad. Y la más bella. Quiero nada mas ayudarte.
-Te lo diré, vale… no me tengo que andar con rodeos ni nada. Simplemente me han… ¡plantado! SNIFF!
-Oh… es horrible. Sé cómo se siente. Te llevare a tu casa tengo el coche aquí mismo vale? Sube tranquila.
-Pero… no quiero que…
Me tapo la boca y me ayudo a meterme en el coche riendo. Yo también sonreí. Le explique donde estaba mi casa y me llevo. En el coche tuvimos tiempo de conocernos e intercambiar teléfonos. Era un chico excepcional: divertido, listo, con corazón de oro y guapísimo. Deseaba volverle a ver alguna vez.
-Bueno… oye cómo te llamas? Jaja!
-Luciana. Y tu… eh… ¿Lucas?
-Si, jaja! Bueno Lu ya has llegado a tu destino. Que duermas bien y sea quien sea el que te ha plantado recuerda siempre: no vale la pena, nada.
-Gracias, de verdad. Aquí tienes 10 euros, al fin y al cabo has sido como un taxi…
-Eh, eh! Para el carro! Quien te ha dicho que son 10 euros? Son… ¡0! El placer ha sido mío.
Discutimos un buen rato sobre si le iba a pagar o no y al final el tal Lucas me hizo un truco que me echo a reír. Yo le di los 10 euros y él me los metió por el bolso, que no tenía cremallera. Mis padres no estaban y yo entre en mi casa empapada, directa a la ducha. Cuando termine de lavarme y estaba casi dormido sonó el fijo… Marcos. Lo cogí:
-Que pasa, rompecorazones que no vale nada?
-Eh, no digas eso por favor Lu, tenía todas las ganas del mundo de venir.
-Tonto. No me sigas mintiendo no te creo ¡nada! Eres un falso!
-De verdad mi padre me ha obligado a quedarme en casa… para cenar con él, la familia y los de su empresa. Cristina… es la hija del financiero de mi padre y como lo terminamos de dejar mi padre no me ha dejado decirle ni mu sobre mi cita contigo… ni venir. Yo no se lo dije pero miro mi móvil, y encontró mis mensajes y los tuyos.
Quede con el de nuevo mañana, hablamos un rato y lo entendí. Toda su vida había dependido de su padre, el día de graduación de primaria (llevamos juntos desde entonces) le echo la bronca más grande que se haya visto por no llevar la chaqueta producida por su empresa. Así que yo por un lado me quede contenta pero por otro no podía parar de pensar en Lucas. Sin conocerme me ayudo tanto… era un chico excepcional. Me había enamorado de él. Llame a Carol y le conté todo. Se quedo flipando pero más me quede yo que pensaba dejarle un mensaje porque era la una de la noche y sin embargo se oía música rock a tope. Le pregunte a ella con quien me debía quedar y me dijo ``Si dices que Lucas es tan simpático, pues a lo mejor se convierte en tu mejor amigo. Pero por Marcos estas colgada desde hace 3 años y hoy te ha pedido salir. No ha venido por una razón comprensible.´´ Así que sabía ya cual era mi decisión. En el instituto cruce varias miradas con Marcos pero había 5 exámenes y no pudimos hablar en persona. Yo seguía pensando en Lucas y aunque Carol fuera mi mejor amiga desde hace 15 años no lo había visto. No sabía si hacerle caso. Total que por la tarde me volví a poner como ayer, súper guapa pero no tan ilusionada. Fui al bar y esta vez allí estaba Marcos. Pasamos un rato genial, reímos mucho, nos burlamos de los profes… estaba recuperando mi amor por él. Llego un momento en el que tuvo que ir al lavabo. Me quede sola esperándolo pero…vi algo inesperado: Lucas. Y venia hacia mí con su preciosa sonrisa y su cara de ángel. Su voz dulce me hizo que solo con un hola sacara una sonrisa:
-¿Qué tal preciosa? Mejor que ayer? Con quien estas?
-Bien, si… estoy… con el chico… que me planto ayer.
Lucas se quedo mudo. Me dijo que no podía haber caído más bajo y me sentó fatal. Más fatal le sentó a él se le noto en la cara:
-Bien pues solo te diré una cosa: me enamore de ti. Completaste mi corazón… pero no quiero que lo sepas solo diciéndotelo…
Y me beso. Sentí tantas mariposillas en la tripa que no sabía cuando se iban a acabar. Nos fundimos en un inesperado beso. Pero Marcos ya salió del lavabo…
-¡Luciana! Quien es este tío? Que estás haciendo?
-Lu, de verdad este es el tío?- dijo Lucas en tono burlón- El tío por el que llorabas? Ya sabía yo que no valía la pena.
Y Marcos le dio un puñetazo. A Lucas no le dolió ni poco dado que contraataco con una patada y un puñetazo. Intente separarlos pero en el bar no había nadie mas y el dueño había salido un momento. No sabía qué hacer cogí el bolso les di a los dos en la cabeza pero nada les paraba. Pasó algo más inesperado todavía: llego Cristina.
-AAAHH! Que está pasando?
-Se están peleando… por mi!- le dije en tono de gloria- Ayúdame!
-Marcos, peluchito pero que estás haciendo!- lo abrazo y se dieron un beso- Párate fiera bestia!- le dijo a Lucas- Estas herido Markie?
-Un momento-me quede petrificada- ¡no habéis roto! Eres un mentiroso ligón y millonario como yo pensaba!
-Luciana me gustas mucho pero Cristina también…
Lucas fue hacia él y le dio otro puñetazo con el que empezó otra pelea. Cristina me ayudo a separarlos y los volvimos a separar.
-Así que…- dijo Cristina llorando- También pensabas estar con Luciana? En serio? SNIFF
Marcos se quedo mudo y Cristina y yo le dimos una paliza: ella por la derecha yo por la izquierda. Marcos se fue corriendo avergonzado de todo lo que había pasado. Hoy, ha pasado 1 año Marcos se ha cambiado de instituto y yo estoy con Lucas el cual me entere de que tenia a sus padres en paro y el único sueldo de casa desde que le despidieron era el de su hermano que hoy esta con Cristina muy feliz. Pero paso algo mágico: le toco la lotería! Han compartido los 50 millones con nosotras y Cristina, Carol y yo somos grandes amigas. Carol tampoco está sola, esta con un roquero que toca genial la guitarra y nos hace reír mogollón. Se ha vuelto toda una roquera y una discográfica le ha ofrecido un contrato. Yo tengo una línea de ropa y zapatos que ha triunfado mucho en EE.UU. Cristina se ha hecho una agencia de vender maquillaje y le va genial. Estamos…¡súper felices!
PETIA SOKOLOVA 2011.
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